Shabby chic, gallina y bolso.

"Según mi pequeño diccionario de inglés, shabby significa raído. Esta definición nos da una pista de por dónde va este estilo... Pero la palabra chic, que según la Real Academia Española, quiere decir elegante, distinguido, a la moda, neutraliza las connotaciones negativas para traducir este estilo en una unión que actualiza lo antiguo y lo usado. convirtiéndolo en actual y elegante. Seguro que este estilo no es ajeno, solo nos hacía falta ponerle nombre, shabby chic."

Fiona.

No tengo la más remota idea de quién será Fiona pero este párrafo estaba en una pared del almacén al que entré ayer y del que salí con gallina y bolso mandarina eléctrico. Comienzo por el principio. Caminaba por el Centro Comercial Gran Estación de Bogotá (de afán) y una gallina azul con lunares blancos en una vitrina acaparó toda mi atención. Por suerte llevaba mi cámara de bolsillo conmigo y tuve de la fortuna de que me dejaran tomar fotos sin mayor problema; me atendió la dueña del almacén, muy querida e informada, se nota que sabe lo que hace (aclaro que la foto la tomé de salida así que ya no hay gallina...).

Entré resignada al almacén esperando que me respondieran -como siempre- que no estaba a la venta, que era parte de la decoración -créanme, soy especialista en querer comprar lo que no está a la venta-. Pero oh sorpresa, la gallina, el neceser, los espejos, la mesa y prácticamente todo se vende en Shabby Chic by. liu, además de accesorios y una selección de ropa acorde con el estilo del almacén (una pieza de cada talla). Pero a mí lo que me atrapó fueron las antigüedades y los artículos decorativos, cargados de pasteles y flores, sobre un reino blanco, de apariencia antigua pero no vieja, realmente shabby chic. La tienda lleva ya dos años (si entendí bien) pero como no voy por esos lados casi nunca, no tenía idea de su existencia. Ahora que lo descubrí, les recomiendo visitar el almacén si les gusta, como a mí, atesorar esos detallitos únicos e inolvidables que dan vida y personalidad a un espacio. Ayer iba de carrera pero, con absoluta seguridad, volveré pronto y con calma.

Y mis compras: la gallina, que ya reposa sobre la nevera con el único propósito de verse azul, redonda y hermosa mientras alegra la cocina. Y el bolso mandarina tango que espero mostrarles pronto en una nueva entrada de Itabook.