Con mi querida amiga y admirada fotógrafa Diana Sandoval (@_Ninotchka_) inauguro esta sección, donde invitados expertos en varios campos darán su opinión sobre el tema de moda que prefieran, en sus propias palabras. El campo de expertise de Diana es la fotografía, pero yo le sumo dos más: tener estilo propio y ser feliz. Si tienen un espacio en este blog para decir lo que se les ocurra (asumo todo el riesgo) es por una sencilla razón: yo les creo. Este es su post.
“Before, I used to dress in a way that it looked good. Now I dress in a way that it sounds good”
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No puedo decir que la moda haya estado presente siempre en
mi vida, pero puedo decir que siempre he sentido un gusto por elegir lo que me
pongo; realmente lo que es, es una forma de expresarme -por alguna razón, la
más fácil que he encontrado, ya que no soy buena con las palabras y mi
personalidad introvertida me dificulta muchas cosas-. Así que, hace muchos años, (sin
saber lo que era moda o el trasfondo que tenía) la ropa empezó a tener mucho
significado en mi vida.
Ahora que he tenido un interés más claro y mi carrera cada
día me acerca más a la industria de la moda, a su cultura y a personajes que
realmente saben del tema, siento una necesidad por defender y apoyar el
“estilo propio", el libre albedrío
o como me gusta llamarlo “el libre desarrollo de la personalidad”. Digo lo de defender por que siento que
cada día hablamos más de moda, nos
interesan más los diseñadores y las marcas, así como las tendencias mundiales,
pero así mismo siento que crecen las reglas, las críticas y los deseos de ver a
muchas personas bajo la misma línea,
esa que llamamos “buen vestir”. Pero qué ha pasado con ver la ropa como
una expresión propia? Una expresión del momento que estamos viviendo? O del que
queremos vivir?
La ropa y accesorios que una persona usa en su vida diaria son
reflejo de muchas cosas: estado anímico, situación económica, intereses
particulares, y por supuesto un estilo y gusto propios o que al menos creo yo,
deberían ser únicos de cada quien.
Debo admitir que a mi me encanta caminar y ver cómo
está vestida la gente, crear guiones en mi cabeza con las razones por las cuales esa persona pudo haber elegido dichas prendas. Por supuesto no todo me gusta.
Seguramente algunos pegarán el grito en el cielo cuando compare la calle con un
museo, y por supuesto el arte por ser arte no es bueno, o lindo o mucho menos
para todos los gustos. Pero si creo que hay que saber ver, comprender que
las prendas, como el arte, deben sentirse y entender, hay que aprender a
leer, el que se viste de jean y
camiseta habla tan fuerte como el que se viste de Chanel. Por supuesto podemos generar una
opinión sobre el vestir de otros, como generamos una opinión sobre una
película, libro, etc. Pero también debemos saber que el creador de esa imagen
lo hizo por algo, por una o mil razones. Mi propuesta es sencilla, empecemos a
ver historias, empecemos a ver la ropa como un lenguaje, dejemos las reglas de
lado y empecemos a divertirnos con nuestro closet y con el de otros.
Para los que me conocen saben de sobra que el color es mi pasión,
lo ven en mi ropa (también uso negro,
no crean que soy solo palmeras) en mi casa, hasta en la comida que me
gusta. El contraste es que soy muy
tímida, yo solo intento gritarle al mundo que me gustaría no serlo tanto, pero
que soy feliz muy feliz y si me ven por la calle pueden criticarme, pero
apuesto a que se sonríen o al menos se ríen de mi. Y ese es mi propósito.
Y para regalarles más sonrisas les quiero dejar una de las
tantas inspiraciones para escribir esto, un video que me hizo sonreír de
principio a fin, espero lo disfruten (si se demora cargando pueden verlo también aquí).
P.d: les traigo amor!
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Cierto lo que escribes. Nuestra ropa es como nuestra segunda piel.
ResponderEliminari like it...
ResponderEliminarMe encanta este nuevo espacio en tu blog. Un abrazo @Jualferx
ResponderEliminarComo decía Hundertwasser: "Poseemos tres pieles. La epidermis, la ropa y la casa"
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