La naturaleza cíclica de la moda y el boom por lo retro que vivimos desde hace algunas temporadas, que a su vez responde a un momentum colectivo que valora la nostalgia de tiempos pasados, son los responsables de que estemos volviendo a comprar en tiendas de objetos vintage (de verdad vintage, con edad, uso y añejados por el tiempo) y a esculcar en los armarios de nuestras madres, tías y abuelas... Precisamente del baúl de la abuela he rescatado ya varias prendas (cada visita a Cali incluye una cacería), conjuntos coordinados en su mayoría, hechos a medida, en telas que escogía ella misma y yo muchas veces la acompaña sin sospechar que terminaría usándolas... Ya les mostré uno hace un par de meses y el que les comparto ahora, mi elección para un brunch, un sábado soleado en Bogotá, es prácticamente igual, en otro color y estampado... Seguramente muchas de ustedes también lo hacen, pero si aún no, es todo un plan darle una desempolvada a esos guardarropas, encontrar qué atesoran, volv