No suelo hacer posts con looks de oficina, básicamente porque no trabajo en una oficina, odio los sastres y tengo demasiados conflictos con los manuales de vestuario; me resultan absurdas, rayando en lo ridículo, las prohibiciones de labiales rojos o faldas en algunos trabajos... Mi única regla aquí es vestirse con sentido común y como se quieran proyectar; el resto es cuestión de oficios, climas y gustos... y para gustos, los colores... Pues bien, el que no tenga oficina no quiere decir que no trabaje; trabajo y mucho, y mi trabajo tiene muchas aristas (eventos, viajes, moda, reuniones de negocios, visita a empresas y fábricas), así que es según la ocasión la que me determina qué usar. El que les comparto en este post, por ejemplo, es el tipo de outfit que elijo para reuniones en Bogotá: pantalón con aires masculinos + saco cuello de tortuga + zapatos planos cuando el día es largo y no quiero agotarme entaconada. Y como tengo fresca la fiebre por el marsala -que también comienza a evidenciarse en colecciones y calles-, lo estoy incorporando a diferentes prendas y momentos, para encontrar lo que mejor me funcione a mí (sigo creyendo que los neutros son su mejor aliado). El cuello lo hizo mi mamá (;p).
Blusa: Mango // Clutch: Valentino // Gafas: RayBan // Pantalón: Mango // Reloj: Daniel Wellington // Zapatos: Parfois // Labial: Pimienta Caliente de Ésika.
Ph. Zico Rodríguez.
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