La semana pasada, en la Galería Cero, Lancôme celebró sus ochenta años en el marco del mes de la mujer, con la colaboración del diseñador Juan Pablo Socarrás, invitado a reinterpretar la icónica rosa de la marca, a través de sus historias hechas a mano, escritas, tejidas y forjadas por mujeres de 8 comunidades artesanales colombianas. Más que una ce lebración, fue un bello homenaje a la mujer trabajadora y al oficio artesanal. Y quién mejor que Juan, que lleva años trabajando y ayudando, a través de su fundación, a las comunidades de artesanas del país, como ninguna otra entidad ha sido capaz; con corazón, dedicación y su carrera entera.
Las artesanas de Cucunubá, las Kamsha, las Wayúu, las de Santa Fé de Antioquia, las de Carmen de Viboral, mujeres bordadoras de Bogotá y joyeras de La Candelaria, fueron cómplices de esta tarea y, con sus manos y bajo la batuta de Juan, crearon estas piezas únicas, acertadamente exhibidas como obras de arte en la galería. Les dejo algunas imágenes y ratifico mi profunda admiración y cariño por Juan Pablo, por dar a nuestras artesanías y artesanos el respeto, cuidado y valor que merecen (dicho sea de paso, si van a comprar mochilas Wayúu o artesanías, mejor háganlo en su almacén -Cra 13 # 78-98, segundo piso, Bogotá-y garantizamos un pago digno a los artesanos).
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