El último mes del año fue todo un revoltijo de momentos, regalos, compras navideñas y mucho Red Bull celebraciones. Hubo outfits de todo tipo, desde el callejero más improvisado estrenando mis nuevos Nike Roshe One hasta el súper producido con LWD de Laetitia para despedir el año de punta en blanco; hubo taconazos, faldas con movimiento y música en vivo (infaltables), varios labiales rojos y búsqueda del vestido de baño perfecto (ahora ando de affair con los enterizos) para unas mini-vacaciones en Cali (lo encontré en PaloRosa).
Llegaron regalos para los pasos, para los antojos y para la belleza, llegó también mi primer artículo como columnista invitada en la revista Infashion (sigue circulando, por si lo quieren leer), hubo desayuno en Tiffany's con diamantes y tanzanitas, y desayunos en la cama con Nutella personalizada, pero también se enviaron regalos y cariño hasta Sao Paulo. Fue un diciembre pasado por sol Bogotano y calor caleño, de reencuentros familiares, la alegría de volver a casa y de nostalgia (no hay diciembre sin nostalgia). Un mes que se pasó en un suspiro y me dejó más agotada que descansada pero los primeros días de enero ya me dieron algo de respiro e impulso para seguir esta vida que escogí, de no parar de hacer lo que me gusta, de no parar de disfrutar, literalmente, DE NO PARAR y mucho Red Bull. Gracias, de nuevo, a quien corresponda :)
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