Este fin de semana se llevó a cabo otra de las entregas de esta temporada de premios a la industria cinematográfica; una alfombra roja más entre tantas que terminan por hastiarnos al año, atiborrada de actrices, modelos, farándula que no tendría nada que hacer ahí pero igual va, vestidos preciosos, vestidos espantosos, en fin, nada especial, salvo por una mujer de 66 años extraordinaria luciendo un vestido escultural del que, para mí y para muchos, es el nuevo Dior; ese vestido en esta mujer, o esta mujer en ese vestido, ameritan un post.
La actriz y cantante fue la ganadora del Goya de Honor por toda una vida y una trayectoria artística que suma más de 40 películas, más 30 obras de teatro y más de 35 discos y lo recibió como una visión, regia y atemporal, como las grandes divas del cine. Pero, más allá de un vestido precioso en una mujer bella, dos mensajes se encargaron de hacer de esta dupla española, un primer momento memorable en la moda en lo que va del año -al menos para mí-.
El primer mensaje fue parte del discurso de Ana Belén al momento de recibir el galardón, después de hacer un pequeño barrido por su vida como artista y antes de dar la estocada política final. Si bien venimos hablando de la cuarta ola del feminismo en esferas de moda desde hace ya un par de años, las condiciones sociopolíticas del mundo nos obligan a alzar de nuevo y quizás más fuerte la voz. Y es momento de que todas estas figuras influyentes, aprovechen esos espacios de altísimo rating para hacerlo. Ana Belén lo hizo y estas fueron sus palabras: “... tampoco logro comprender por qué a las mujeres aún nos cuesta tanto trabajo que nos reconozcan al mismo nivel que a los hombres, incluso en una profesión tan liberal y abierta como la nuestra... A veces pienso que si no se necesitaran mujeres para interpretar a otras mujeres, ni siquiera estaríamos las que estamos”. Loud and clear!
El segundo mensaje que se lee entre los hilos del vestido se remonta a la elección del atuendo, que no fue para nada fortuita; seguramente muchos de ustedes saben de la amistad entre Jesús del Pozo, el modisto madrileño creador de la marca que ahora conocemos como Delpozo y Maria del Pilar -nombre real de la actriz-, quien fuera, además de su amiga, su musa; cuando del Pozo se lanzó al mercado femenino (el modisto empezó diseñando colecciones masculinas), a finales de los 70's, fueron mujeres bastante progresistas como Ana Belén, las primeras que se animaron a lucir sus propuestas conceptuales y esculturales. Entonces, como lo dijo la propia Ana Belén, hay un diálogo con el vestido y un hilo muy fuerte con Delpozo, aunque la firma ahora sea dirigida a nivel creativo por Josep Font, un arquitecto catalán que se ha encargado de internacionalizar el legado de Jesús y mantener vivo el mensaje de la marca, que viene siendo el segundo mensaje del que les hablaba; en palabras de Font, "La mujer Delpozo es como el arte; no tiene edad ni un físico concreto. Se trata más de una actitud".
Así que, más allá de un post sobre un vestido en una alfombra roja, este post se trata de dos mensajes poderosos en el momento oportuno y, por el curso que va tomando el mundo, creo que esta será la tendencia más importante del año en todos los grandes eventos.
me encanto el vestido !
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