De la moda y otros demonios.

Antes de hablar de lo que pasó en la feria en materia de propuestas de diseño, tendencias y negocios, voy a compartir al menos uno de los looks que usé y a contarles un poco de esas tendencias que decidí llevar -y no fui la única-. Era claro que todos estaríamos en sintonía con las tendencias actuales y futuras, decir que no sería negar la naturaleza misma de la moda, pueden resabiar lo que quieran pero las tendencias, gústenles o no, son el hilo que une a todos los eslabones de esta industria; y este fenómeno, si bien cada año era más evidente porque ahora todos estamos igual o más enterados del tema que las mismas marcas, este año se evidenció todavía más, dejando incluso atrás a muchos expositores en sus stands y eso no es bueno para nadie y mucho menos en medio de la crisis en la que por fin entendimos que estamos. Mientras muchas marcas y diseñadores quisieron irse por lo seguro (boleros y off the shoulder) y repetir la misma fórmula que venimos viendo desde hace un año, y

Hoy estuve en mi primer desfile de Orgullo Gay y quisiera poder transmitirles la energía que se sintió, la buena vibra, la sensación de comunidad y el significado real de ese "orgullo", que lejos de denotar alardes o presunciones, encierra un amor y respeto propio, resultado de una lucha de casi 50 años que todavía no termina. Pero el propósito de la marcha no es exhibir ese orgullo porque sí, sino hacer un llamado a la tolerancia a la igualdad y a la reivindicación social, a través de esa presencia consciente, dejándose ver y escuchar UNIDOS, en una sola voz, sin avergonzarse de su sexualidad o preferencias de género porque no tienen motivos para hacerlo. Sé que me quedaré corta, así que tendrán que vivirlo alguna vez y de verdad los invito a hacerlo, porque si no somos parte de la solución, somos parte del problema, pero aún así les comparto algunas imágenes y datos, que espero sumen al post anterior en el que abordamos con un poquito más de información el tema de