La moda es un lenguaje en sí mismo, un compendio de códigos que creemos tener completamente descifrados; usamos esos símbolos para hablarle al mundo (consciente o inconscientemente) sin palabras o para hacer lecturas, algunas veces superficiales, otras profundas, propias y de los demás. Pero la moda también es cambio constante y esos códigos siempre están resignificándose, de ahí la necesidad de observarlos y estudiarlos permanentemente, como expresión individual, cultural y contracultural y en reconocer eso radica la enorme diferencia entre análisis y prejuicio decimonónico. Trasladando eso a la estética política, que es de lo que realmente quiero hablar, seguimos aún muy estancados asociando a la izquierda al "mal" vestir que es un concepto de por sí clasista y colonial, una mirada desde el privilegio y el desconocimiento político y a la derecha con el lujo y el buen gusto, aunque no sorprende en un país en el que se nos ha vendido la idea de una única izquierda, la
Esto fue un blog de moda...